Amados Míos, existen ciertas condiciones malignas en el ámbito astral dentro de las cuales yo no pensaría entrar sin primero ponerme una armadura de Luz completa. Sin embargo, con frecuencia, los vemos a ustedes, a través de poderosos Decretos, sumergirse dentro las creaciones masivas de enfermedad, males y toda índole de aflicciones, justamente envueltos en esos –tubos de Luz que han atraído alrededor de ustedes (sin contar con una fe total de su idoneidad) ¡y que pinchan a cada rato mediante el pensamiento, el sentimiento, la palabra hablada y la acción discordante! Estoy de veras agradecido de que reclamen sus Tubos de Luz, y que estén fortaleciéndolos a medida que continúan reclamándolos; y que luego sostengan más y más la armonía ininterrumpida en sus mundos.
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