La condición desafortunada y casi aterradora es que individuos que tienen en su interior esta Magna Presencia de Dios le den todo poder concebible a cosas externas para producir resultados dentro y fuera de sí, cuando todo agente medicinal que usen-trátese de ejercicio, drogas o lo que fuere-poco efecto tiene, si acaso alguno, excepto por la cualidad y poder que conscientemente le hayan dado a dichos agentes. Este tratamiento actúa sobre las células doquiera que se encuentren, sea en los huesos o en la carne.
La mente externa está muy propensa a cuestionar la habilidad de este Ser Interno para manejar cualquier parte del cuerpo. Si se encarga de cierto tipo de células, podrá encargarse de todos. Procura que el ser externo acepte el Pleno Poder de la Presencia Interna, y, así permite que Ésta se expanda en el uso de todas las cosas.
La mente externa, por cuestión de hábito, le ha dado un poder enorme a las drogas y agentes medicinales de todo tipo; pero ¿acaso no ves que lo único que actúa es el poder y autoridad que tú le das para que tenga efecto sobre tu cuerpo? Ni por un instante quiero decir que individuos que no se han concientizado acerca de la “Presencia YO SOY” deberían dejar de usar todas las medicinas; pero si ellos fijan firmemente en su mente que nada externo tiene ningún poder sobre la propia experiencia, excepto el que ellos le confieren, comenzarán a salir de las limitaciones dentro de las cuales ellos mismos se han metido. Déjenme decirles aquí que noventa por ciento (90%) del poder que se le da a las cosas externas se da de manera inconsciente, y la mayoría de los Estudiantes no están conscientes de ellos.
Ahora, de invertir la cuestión y darle todo el poder a esta Gran Presencia de Dios en ustedes para que haga todo lo que requieren y desean que se haga, todo se hará con una velocidad y certeza superior con creces a lo que cualquier remedio externo puede operar. Algunos comprenderán esta idea con una tenacidad tremenda, mientras que otros requerirán de un esfuerzo mayor; pero con toda seguridad vale la pena hacer es esfuerzo para lograrlo, ¿no creen?
Recuerden, la “Presencia YO SOY” lo sabe todo, por toda la Eternidad, en todas las maneras-pasadas, presentes y futuras- ilimitadamente. Si piensan en esta Gran Presencia, reflexionan sobre ella, y saben que es toda Amor, Sabiduría y Poder, entonces cuando fijan su atención sobre algo que hay que hacer, sabrán que esta Presencia es la puerta abierta, el logro todopoderoso que no puede fallar.
Una cosa me ha sorprendido al principio de este texto del Maestro Saint Germain: "cuando todo agente medicinal que usen-trátese de ejercicio...". Ejercicio! Incluso éso sobre que contínuamente médicos y no médicos nos machacan como indispensable para la salud, hasta el punto de la amenaza para la vida si no lo haces, no lo es si conscientemente invocas la perfección la Presencia.
ResponderEliminarInteresante. Muy interesante.
¡Santo Dios, cómo nos dejamos manipular!