La idea que debes seguir cuando sientes algún tipo de perturbación y deseas volverte hacia Dios, es hacer lo siguiente y derivar de ello una gran asistencia: ponte de pie y haz los movimientos como si te estuvieras quitando un vestido que no quieres, y luego, haciendo como si tuvieras en las manos el vestido desechado, lo dejarás caer dentro de la Llama Consumidora; y sabrás que el elemento perturbador se ha consumido.
Luego, fija la atención en Dios, “La Magna Presencia YO SOY”, con la conciencia jubilosa de sentir y recibir la Corriente de Felicidad y Paz que te llena la mente y el cuerpo. Con algo de práctica, pronto serás capaz llegar al punto en que podrás atraer esta gran Felicidad conscientemente y a voluntad.
Cada vez que el estudiante haga esto conscientemente, encontrará que estará aumentando su fuerza en el logro, y se dará cuenta realmente de que tiene la habilidad para penetrar dentro del Corazón de la Felicidad y absorber allí Su Felicidad. Esta práctica siempre será seguida de una expansión de conciencia —que es su resultado natural.
Los estudiantes o individuos que se inclinan a permitir que las personalidades o condiciones que les parecen inusualmente cercanas les perturben, deberían observarse detenidamente y de cerca —e y instantáneamente, cuando encuentren que la atención se está centrando en la condición externa, retirarla y llenar la persona, lugar o condición con Dios, la “Magna Presencia YO SOY” y afirmar: «Yo, a través de mí “Presencia YO SOY”, conscientemente lleno esta persona, lugar o condición con Dios. Por lo tanto, en mi conciencia externa, sé categóricamente que únicamente la acción correcta y perfecta se está dando aquí, hacia mí y por su éxito y felicidad».
Saint Germain
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