¿Qué es lo que comúnmente ves en la vida? ¿Estás constantemente atestiguando al error y cosas negativas? O, ¿te toca dar testimonio de la bondad inherente de Dios y Su creación? Estas son preguntas importantes porque por tus respuestas a las mismas podrás obtener un mejor entendimiento propio. Lo que vemos en lo externo no es más que un reflejo de lo interno, porque nos rodeamos a nosotros mismos con una imagen de nuestras propias creencias. Dicho de otra manera, manifestamos en general lo que seriamente pensamos y creemos. De manera que si queremos determinar cómo es nuestro pensar habitual, sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor y preguntarnos qué vemos realmente. La Biblia dice que no debemos dar falso testimonio, pero estamos haciendo justamente eso, por ejemplo, cuando no vemos la presencia de Dios en toda situación, o cuando aceptamos la apariencia como si fuera una realidad. Por el contrario, atestiguamos a Dios cuando vemos el hombre "íntegro" allí donde parece haber un enfermo; cuando perdonamos a alguien que nos ha herido y entonces vemos el Cristo en él; cuando vemos prosperidad en vez de carestía, sabiendo que Dios suministra todas nuestras necesidades; o cuando vemos armonía y paz haciendo caso omiso de todas las condiciones externas aparentes. Puede que ustedes recuerden las siguientes líneas de Shakespeare: "No hay nada bueno ni malo, sino que el pensamiento lo hace así." ¿Estás viendo el bien por doquier? Si la respuesta es negativa, comienza hoy mismo a entrenarte. Te sorprenderá de lo rápido que tu propia vida cambiará para mejor.
Tomado del libro “Reclama lo tuyo” de Emmet Fox
No hay comentarios:
Publicar un comentario