Ustedes recuerdan lo que el Amado Saint Germain les dijera, que el Sol de este Sistema es para todo el sistema lo que el Corazón es para el cuerpo humano, constituyendo Sus Corrientes de Energía el torrente sanguíneo de este sistema de mundos; el cinturón etérico alrededor de la Tierra constituye los pulmones a través de los cuales las corrientes de energía, en constante vertida, purifican constantemente el cuerpo de la Tierra. El Sol también es la cabeza, o Padre, de este sistema, a través del cual esta Magna Inteligencia que está enfocada allí por Gloriosos Seres Ascendidos que están a cargo de dicha Actividad y la gobiernan.
El Sol no es caliente como piensan los científicos. Es fresco y mil veces más refrescante que los gentiles céfiros de la más encantadora noche de verano. Es sólo cuando las corrientes de energía del Sol penetran el cinturón etérico de la Tierra que se convierten en calor. El Sol es el polo electrónico y la Tierra es el polo magnético. El cinturón etérico es el elemento a través del cual se diversifican las corrientes.
El concepto que la humanidad tiene de que el Sol es un foco de gran calor es absurdo e infantil. La Verdad es que los tremendos Rayos de Energía que el Sol le envía a su sistema de planetas no son del todo rayos caloríficos, sino Rayos de Energía Electrónica que sólo se convierten en calor cuando entran en contacto con la atmósfera de la Tierra y la penetran. La atmósfera que rodea a nuestro planeta es un campo de fuerza producido por los rayos de fuerzas magnéticas enviadas desde el centro del planeta; y cuando los Rayos de Energía Electrónica que vienen del Sol tocan éstos, tenemos el fenómeno en nuestra atmósfera que denominamos calor y luz del sol.
Amada Leto en el Libro "La Mágica Presencia"
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