miércoles, 3 de noviembre de 2010

USO DE LA LLAMA DE LA RESURRECCIÓN

Desde el corazón del templo, donde pulsa la Llama Blanca de la Resurrección como un gran lirio blanco, los ángeles, devas y las huestes querúbicas y seráficas de la Resurrección están constantemente absorbiendo su sustancia dentro de sí, y luego barriendo hacia afuera, bajo la dirección de los Maestros que están a cargo de dirigir los Rayos de Luz.

Cada uno de los corredores circulares recibe parte de la radiación de la Llama, misericordiosamente reducida de manera tal que Su luz y esencia pueda ser absorbida y digerida por los seres que sirven en esa esfera de actividad. En cada uno de tales corredores, un Maestro de Sabiduría instruye a un grupo de chelas, quienes están comprometidos en el servicio de aprender cómo atraer esta Llama y proyectarla hacia un objetivo dado, sosteniendo el rayo de su atención como el canal y guía a lo largo del cual la Luz fluye al interior de iglesias, santuarios, hospitales, hogares y corazones humanos.

Uno de los corredores está dedicado enteramente a dirigir la Llama de la Resurrección al ámbito etérico y a través de los cuerpos etéricos de quienes hayan solicitado -mediante la llama de sus propios corazones- la purificación de sus propios registros etéricos. Los hermanos y hermanas que dirigen la Llama, en Su vibración etérica, responden instantáneamente a los llamados que chelas conscientes les hacen pidiendo la disolución y purificación de registros etéricos de naciones, continentes, viejos castillos y lugares donde grandes males e injusticias se le han hecho a la vida.

Diario del Puente a la Libertad de la Madre María

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