La conciencia es nuestro ser de pensamientos y sentimientos, el cual habita dentro de los cuerpos con que Dios y el Reino Elemental nos han provisto.
Cada experiencia que tenemos contribuye a la suma total de sabiduría o insensatez, la cual compone nuestra conciencia.
La conciencia perdura más allá de la disolución del cuerpo físico, en el momento de la muerte, pasando por la vida intermedia y regresa como la herencia personal del ego que reencarna conformando la fundación de su nueva experiencia vital.
Tomado del Libro “Diario del Puente a la Libertad de Hilarión”
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