martes, 5 de octubre de 2010

JESÚS

EL AMOR SIEMPRE HA SIDO MI MENSAJE

El Amor del Padre ha sido siempre Mi Mensaje, desde que por primera vez fui investido con la gloriosa oportunidad de traer las palabras jubilosas al hombre, para que su Padre no fuera considerado con un ser de ira, sino más bien como un Ser amoroso, bondadoso, considerado y hacia quien todos tienen igual acceso, de acuerdo a las necesidades de sus corazones individuales.

Hablándoles a ustedes, hablo a viejos amigos del corazón... y a estos amigos vengo hoy, con todo el Amor de Mi Corazón, para recordarles que Mi Mensaje de" Amaos los unos a los otros" aun no esta expresado y vivido por quienes dicen seguirme...

He venido porque les amo a cada uno, con un Amor profundo y sincero, que no esta basado en lo que son, ni en lo que han sido, sino que esta basado en lo que deberán llegar a ser. Permítanme que no por mas tiempo miremos hacia atrás, a través de los dos mil años de tiempo, para los milagros que pueden ser logrados HOY.

El mundo se queja por el dolor, la enfermedad y la agonía, por la guerra y la corrupción--- y quienes son la esperanza de este mundo? USTEDES!!! Quienes dicen amarme, quienes dicen comprender mis enseñanzas, pero aun no las practican lo suficiente.

Ustedes son la esperanza de este mundo que requiere AMOR!!! Que requiere PAZ!!!

Que requiere LUZ!!! Oren, si, pero oren con el corazón, eleven esa oración que alcance la Misericordia y la Gracia del mas Alto y sostengan esas demandas con su forma de vivir, con su forma de sentir... con su forma de actuar!!!.

Si hubiese encarnado una y otra vez cada cien años hasta la hora presente, les hubiera negado a ustedes la oportunidad de convertirse en lo que Yo Soy, y no hay Ser Crístico quien no permita el desarrollo de su prójimo hacia dentro de su mayor gloria.

Les ruego, en el Nombre del padre de toda Vida, pongan en acción sus Cristos Internos y eleven aquellas llamadas por las cuales muchos Ángeles pueden asistir y retornar al hombre a su estado natural, resucitando en él, todo el bien que requiere.

Asistan a sus naciones, gobiernos, familias... asistan a la TIERRA!!!.

Si Me aman... HAGAN LO QUE HE HECHO. !!! Y esta será su respuesta a las palabras que hablo en esta hora.

No Me pongan en un pedestal y allí me adoren... No fue esa la razón de Mi Misión, les dije una y otra vez que lo que Yo he hecho, ustedes harán, pero en el Nombre de Dios, no Me idolatren... por favor IMÍTENME!!!.

Recuerden que el Padre que esta en Mi, también esta en ustedes y que ya no un solo Cristo redimirá la Tierra, sino todos los Cristos despertando, resucitando dentro de cada corazón lo hará, cuando cada conciencia haya comprendido que el Poder y la Fuerza solo se conquista a través del mas Puro Amor Divino, ese Amor que fue y es Mi mensaje, Mi radiación y Mi Bendición para cada uno de ustedes.

Dios les Bendice... El Amado JESÚS.

ALCANZAR LA CONCIENCIA CRISTICA

Amados Hijos de la Vida, Amados Hijos del Padre, amados amigos de tantas eras! Son ustedes aquellos con quienes compartí tantos peregrinajes, con quienes Me paré frente a tantas iglesias, con quienes adoré sobre tantos altares en el largo trayecto de la evolución. Ustedes han estado buscando el Reino de Dios, el uso correcto de la energía de la vida y la devolución de la maestría auto-consciente. En cada latido del corazón, esta maestría es parte del recuerdo de los días antes de que las sombras cubrieran la Tierra, cuando hombres y mujeres caminaban en libertad, dignidad y maestría. El uso de la vida estaba consagrado y dedicado a expandir las fronteras del omni-expansivo Reino del Cielo, y a tejer en patrones de forma la magnífica perfección conocida en los niveles internos de conciencia.

La energía inquieta y agitada que impulsa al alma a buscar la Verdad, está motivada por esas memorias de la Maestría y Dignidad Divinas, a lo cual había nacido cada conciencia individual, y a lo cual, algún día, toda conciencia habrá de regresar.

Quisiera -a través de la palabra hablada- transmitirles una parte de Mi conciencia, la cual he buscado a través de las edades. Esta conciencia se sobrepuso a las sombras, a las limitaciones, a las cadenas y a las apariencias del mundo a través de la seguridad y confianza en el Poder de Dios.

Esta es la confianza que viene mediante la contemplación, mediante la Aplicación y mediante la dedicación de sus energías vitales hasta que sus sentimientos no juren ya más lealtad a las sombras; hasta que las energías de sus auras no sean puestas ya más en movimiento turbulento por esas apariencias temibles (en realidad, dichas apariencias no tienen más poder que el que ustedes les dan); hasta que cada uno de ustedes llegue a la completa madurez de su propia Conciencia Crística. Una Conciencia Crística así es la que subyuga todo sentido de lealtad a las apariencias que atemorizan, angustian y molestan a la humanidad de la Tierra.

Todo lo que se requiere es un hombre así, anclado en sentimiento en el Omni-Poder de Dios, para transformar las energías de las masas. Es con el fin de educar y desarrollar en sus sentimientos esa convicción, esa seguridad de que el poder de Dios invocado actúa sin nunca fallar, que venimos una y otra vez. En cada una de estas visitas, anclamos un poco más de la sustancia ígnea de Nuestros Mundos en el mundo de sus sentimientos, en si conciencia mental, en sus cuerpos etéricos y físicos.

Después de visitas como éstas, otra parte de las energías de sus diversos vehículos queda permanentemente calificada y consagrada por Dios, y ésta nunca más vuelve a ser calificada por las creaciones de la octava humana.

Sabio es aquél que pone su conciencia dentro de (y presiona sus cuerpos contra) la presencia viva de los Maestros de Sabiduría; y, vía el contagio, absorbe en su ser esas energías de confianza y fe en el poder del Todopoderoso.

PROCESO LENTO

Para ustedes, que tanto se aferran a las creencias de las edades, luce lento este proceso de transmutación, esta manifestación en obras de aquello que su conciencia capta mentalmente. Sin embargo, créanme cuando les digo que el tejido de las cadenas y la traída de las energías de limitación a sus mundos, ha sido también un proceso excesivamente lento. Esto ha ocupado el libre albedrío de sus vidas y el uso de sus facultades durante millones y millones de años.

Por tanto, no se desanimen en sus primeros empeños por ordenar los mundos de sus conciencias, por sacar de sus templos individuales los múltiples temores acechantes, las dudas, las sospechas e incertidumbres.

Si pudieran ver con la Visión Interna los siglos tras siglos que sus corrientes de vida han empleado en atraer esos desagradables visitantes a sus templos, se alegrarían de que están encontrando la libertad y el acceso al Reino de los Cielos con la rapidez que lo están logrando ustedes.

La humanidad tan flojamente acepta las bendiciones... Aún aquí abajo, es poco el agradecimiento que las benditas Fuerzas de los Elementos (que han servido sin descanso a través de las edades) reciben por su constancia. Sin su servicio, la humanidad no podría haber sobrevivido dentro de la efluvia de sus propios pensamientos y sentimientos.

Aún menos agradecimiento ha recibido la Fuente de toda Luz (Dios Padre-Madre) de aquellos que usan Su vida tan libremente, presionándola por los sentidos en el desenfrenado uso del libre albedrío, en el gozo de todo placer pasajero. La gente experimenta tal felicidad por el uso de la vida y, sin embargo, aman tan poco la vida en sí, que no ha dirigido ni reverencia ni gratitud a la Fuente que ha mantenido dicha vida y dicha conciencia individual durante millones y millones de años en esta Tierra solamente (sin hablar de esos eones que transcurrieron antes de que la encarnación en la Tierra fuese un hecho manifiesto).

PROPÓSITO APARENTE

La humanidad debe hoy caer en la cuenta de que la Fuente que suministra la vida, que da la inteligencia, que dota de libre albedrío a cada conciencia individual, tiene un propósito en mente al hacer dicha inversión. La humanidad debe regresar a su Fuente y, doblando la rodilla ante ella, debe solicitar la revelación de dicho propósito. Entonces, en humildad y gratitud por la oportunidad, debe proceder a extraer de sus propias vidas el cumplimiento de dicho propósito.

¿Dónde radica el mérito del hombre en realizar la Voluntad de Dios, el Dios de quien ha emanado la Vida misma? ¡Oh, el gozo que ha de estar presente en los corazones de aquellos que tienen apenas un concepto mental del Plan Divino! ¡Qué tan jubilosa y gozosamente deberían ser consagradas las energías al cumplimiento de dicho Plan, con la exclusión de todo interés personal! Sólo pensar que, en el curso de una corta vida terrena, puedan erradicarse todas las iniquidades de millones de años, debe ser causa suficiente para una gratitud tremenda. Cuán maravilloso resulta saber que, en una vida de gratitud en acción, puede cumplirse con el propósito para el cual se ordenó la individualización y el sostenimiento de la conciencia.

En tanto que la humanidad no llegue a este día, no conocerá la Felicidad ni la Liberación. Aquellos de ustedes que han renunciado al mundo del placer, que han regresado a los pies de los Maestros, que han tejido sus energías todos estos años en la creación de esos magníficos campos de fuerza, son los más afortunados entre hombres y mujeres; son muy afortunados porque el voto que tomaron ante la Fuente de toda Luz se está cumpliendo mediante sus energías. Al cierre de esta vida terrena, cuando vuelvan a presentarse ante el Tribunal Kármico, podrán decir: "He cumplido con mi propósito. He consumado mi voto. Por lo tanto, he regresado con el haz del éxito en mis manos". Oirán las palabras del Padre: "Bien hecho, tú, mi fiel y buen sirviente".

Créanme cuando les digo que nada importa en la Tierra, excepto que impriman ese record, que tengan ese haz en sus manos conscientes, y que hayan aguantado hasta el final; que hayan esperado la convocatoria de su Presencia y que hayan pasado, estando aún en servicio activo, a los Ámbitos de la Luz!.

VOLUNTARIEDAD DE SERVICIO

Su servicio es voluntario, Hijos de Dios. Nadie les pidió que vinieran, al igual que nadie me lo pidió a Mí. Nadie le pidió al gran Saint Germain o a mi Santa Madre que vinieran. Sólo el Amor a la Vida, el amor a Dios, y el deseo de ver que Su Reino venga, ha hecho que cualquier corriente de vida hinque la rodilla ante el Tribunal Kármico. Sólo un Amor así podría tomar el voto de prestar una asistencia más que ordinaria; de llevar más que una cruz ordinaria; de expiar el karma ajeno, y de exilarse en un planeta cuyo eje está torcido.»

¡Recuerden que el Amor los impulsó a venir, y el Amor los mantendrá unidos mientras permanezcan aquí! Siempre y cuando el Amor a Dios palpite fuertemente en sus corazones, ese Amor llenará sus sentimientos hacia el Maestro, y ese Amor pasará a través de ustedes a su prójimo, ¡no les quepa la menor duda! Cuando ese Amor se vuelve amargura, resentimiento, rebelión, inercia espiritual o desgaste espiritual, entonces, en la privacidad de sus propios corazones y habitaciones, pidan la Vitalidad Espiritual, pidan la asistencia espiritual de arriba. Que vuelva a ustedes ese calor, ese gozo, ese entusiasmo que conocieron antes de tomar un cuerpo físico, cuando estuvieron con Saint Germain en la Libertad de los Niveles Internos y vieron un planeta libre-en-Dios; vieron a hombres y mujeres que vestían Túnicas de Libertad; no se conocía la enfermedad, la epidemia ni la muerte. Es necesario -más de una vez en el curso de una vida en la Tierra- que la Vitalidad Cósmica y la infusión de energía espiritual los sostengan. Ningún hombre está completo de por sí. El gran y poderoso Arcángel Miguel, el Amado Gabriel, el Amado Rafael, todos los Arcángeles nos sostuvieron a mi Madre, a mi Padre y a Mí. Durante aquella noche en Getsemaní, la presencia de los Arcángeles Me dio el valor para renovar Mi voto. Cuando Me encontré sólo, cuando aquellos que más Me amaban se encontraban durmiendo; cuando el futuro sostenía otra dulce primavera, con los pájaros cantando y las flores floreciendo, el rocío salino del mar llenaba Mis fosas nasales, y el fuego vital de un cuerpo que nunca supo lo que era la enfermedad fue vigorizado por las pulsaciones de resurrección, ¡entonces Yo escogí dar esa vida!

Nosotros observamos -mejor de lo que ustedes pueden imaginarse- las renovaciones y agotamientos individuales. Sólo les recuerdo que así como Yo recibí asistencia, así la recibirán ustedes también. ¡Sabio entre ustedes es aquél que se atenga a esto! Sabio es aquel de ustedes que expone su alma y espíritu en cada oportunidad a la vitalidad que fluye desde los Arcángeles a través de la Tierra...

Después de desencarnar Mi padre, una de Mis experiencias más difíciles fue la de dejar a Mi amada Madre y realizar el peregrinaje al corazón de Asia. Allí me encontré con el Ser a quien ustedes conocen como el Gran Director Divino. Allí moré junto a Él, aprendiendo a medir en Mi propia conciencia y a hacer Mías las pocas y cortas afirmaciones que me dio. Una de las lecciones que pasó de Su poderosa conciencia a todos aquellos que estábamos alrededor de Él, fue que ninguna oración o mantram (como las llamaba Él), ningún Decreto tiene eficacia alguna a menos que la conciencia dentro de uno, con sentimiento, acepte y entienda la verdad afirmada.

Allá se Nos enseñó el poder de la concentración mental sobre el mantram (el cual era nuestro para que lo usáramos), y se Nos pidió que, mediante las energías de Nuestro propio campo de fuerza, Nuestras propias auras, extrajéramos la Verdad de dicho mantram hasta que éste se hiciera visible al Gurú. No se nos daba ninguna otra Aplicación hasta que cada fibra y célula de nuestros seres confirmara nuestra afirmación y que la habíamos hecho nuestra de forma práctica y manifiesta.

Algunos permanecieron treinta o cuarenta años trabajando en la frase "YO SOY LO QUE YO SOY". Algunos permanecieron toda su encarnación trabajando la frase "YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA". No había favoritismo alguno. No había nada que pudiera adelantar nuestro progreso, excepto la Verdad exteriorizada que estaba contenida dentro de la porción de la Ley que el Gurú nos había dado. Él nos la dio parcamente, como si el aliento de vida contenido en dicho aforismo no pudiera ser usado de nuevo ¡hasta que el Reino estuviera a la mano!

REVERENCIA POR LA VIDA

La humanidad y el mundo no se da cuenta de la reverencia con que los grandes Maestros e Instructores, los Santos y los Sabios, tratan a la Vida. Esa humanidad que devora verdades, que las digiere poco y no las hace de sí, tiene mucho que aprender acerca de las disciplinas que acompañan al desarrollo de la conciencia en los Retiros del mundo.

Muchos, pero muchos de los que presentaron su solicitud al Gran Director Divino, no han recibido ni una sola expresión verbal durante toda una encarnación, ya que ese Ser llegó a considerar que la Luz y conciencia de dichos solicitantes no ameritaba la inversión de Sus energías ni la correspondiente responsabilidad que entraría al mundo del Estudiante, de no hacer de la verdad un hecho!

Esos aspirantes permanecieron dentro del aura del Maestro durante la duración de una encarnación completa, satisfechos con sólo tocar el borde de Su Túnica (aura). Se encontraban satisfechos con sentir cómo su débil energía espiritual se disparaba hacia arriba con los constantes impulsos de adoración y devoción a Dios del Maestro. Abrigaban la esperanza de que, quizás, dentro de sus auras algún día u hora se pudiese generar alguna chispa magnética que capturara siquiera un ápice del interés de Sus ojos, una inclinación de Su cabeza, o una bendición de Su mano, y doblaban la rodilla cuando dicho reconocimiento se les daba sin siquiera una palabra de Sus labios.

UNIÓN SOLAPADA

Por Mi cuenta, Me uní a esos peregrinos sin avisar. Me senté con los otros en un círculo sin nombre, y el Maestro, en profunda contemplación y meditación, no hizo señal alguna de que estuviera al tanto de Mi presencia. No fui proclamado como el Mesías ni singularizado para favores. Yo tenía que pararme o caerme como cualquier hombre o mujer bajo Mi propia Luz. ¡No lo hubiera querido de ninguna otra manera! Cuando la humanidad y los Estudiantes que se esfuerzan por »conseguir una posición» lleguen a entender esto, sus corazones conocerán lo que es la Paz.

¡En el momento en que el alumno está listo, aparece el Maestro! En el momento en que el alumno está listo para más conocimiento, el conocimiento se le da. En el momento en que la conciencia está madura, se arranca la fruta. En el momento en que se cultiva la tierra, se siembra la nueva semilla. Nosotros, que Nos vemos tan prolíficos en eso de sembrar Nuestras semillas, lo hacemos porque mucho tiempo después de que haya concluido el ciclo mundial de ustedes (y que se encuentren en el Ámbito de Libertad Divina), habrán hombres y mujeres que fundamentarán sus vidas en esta Ley. Al haber sido Uno de los que ansiosamente adoptó la frase de "Yo Soy La Resurrección y La Vida", tan agradecido de tenido el privilegio y el honor de recibir de los labios del Gurú algún conocimiento factible para hacerlo Mío, les digo a ustedes, quienes son tan bendecidos al recibir esta instrucción sin límites, que sería sabio de parte suya reverenciar el regalo y el consejo que se les ha dado.

Cuarenta y ocho horas después de que recibí la afirmación "Yo Soy la Resurrección y la Vida", como ustedes saben, se Me reveló la plenitud de Mi misión, y había cumplido con el propósito de Mi visita. Siempre le estaré agradecido a ese Ser Bendito que me dio LA LLAVE. Recuerden, no obstante, que Yo preparé la tierra para ser sembrada, y que después que Me fue dada, Mi vida tuvo que alimentar y desarrollar la planta y la cosecha. Cuando partí, no hubo despedidas. El círculo de los esperanzados ni cuenta se dió de que uno de los peregrinos se había ido. El Maestro ni siquiera abrió sus ojos o hizo señal alguna. Todo el camino de regreso a través de las calientes arenas de la India, a través de las ásperas piedras de las colinas, Me regocijé una y otra vez en la riqueza que había recibido de ese Ser, en esa sola frase...."Yo Soy la Resurrección y la Vida". Sobre esa frase construí Mi ministerio, el cual se yergue hoy como un ejemplo manifiesto de que no es necesariamente la cantidad de conocimiento sino la aplicación del conocimiento dado lo que trae resultados, ¡los mismos como prueba de Maestría y Libertad para la humanidad!

¡No tomen a la ligera estas Palabras y esta Instrucción! Llévensela a casa, dentro sus conciencias y dentro de sus corazones. Tejan en forma manifestada alrededor suyo un aura tal que cuando su Gurú les vea, no pueda decir sino: "Este estudiante está listo para ser depositario de más verdades, de mayores poderes, de un entendimiento más profundo de la Ley".

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