E: Señor, ¿cómo podemos conocernos a nosotros mismos?
K: Es una buena pregunta. Escuche con atención. ¿Cómo conoce usted el aspecto que tiene? ¿Comprende mi pregunta? Usted se mira al espejo por primera vez, y después de unos pocos días, o unas pocas semanas, vuelve a mirarse y dice: «Ese soy yo nuevamente». ¿De acuerdo? Así es que, mediante el mirarse cada día al espejo, usted empieza a conocer su cara y dice: «Ese soy yo». Bien, ¿puede, de igual manera, conocer lo que usted es mediante el observarse a sí mismo? ¿Puede observar sus gestos, la manera en que camina, cómo habla, cómo se comporta; si es duro, cruel, grosero, paciente? Entonces empieza a conocerse. Usted se conoce a sí mismo observándose en el espejo de lo que hace, de lo que piensa, de lo que siente. Ése es el espejo: el sentir, el hacer, el pensar; y en ese espejo, usted comienza a observarse. Ahora bien, si el espejo dice: «Éste es el hecho» pero a usted no le agrada el hecho y quiere modificarlo, empezará usted a deformar el hecho y no lo verá tal como es.
Como dije el otro día, uno aprende cuando hay atención y silencio. El aprender tiene lugar cuando usted se halla en silencio y concede su atención completa. En ese estado comienza a aprender. Ahora permanezca en silencio, no porque yo se lo pida, sino porque ése es el modo de aprender. Esté en silencio y en completa calma, no sólo en el aspecto físico, no sólo en su cuerpo, sino también en su mente; permanezca muy silencioso, y entonces, en ese silencio, atienda. Atienda a los sonidos que hay fuera de este edificio: el canto del gallo, los pájaros, alguien que tose, alguien que se despide; escuche primero las cosas que están fuera de usted, y luego escuche lo que está pasando dentro de su mente. Y en ese silencio verá, si escucha muy atentamente, que el sonido externo y el sonido interno son una misma cosa.
Gracias :)
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