Cuando el poder sanador se realiza a través de un individuo que ha desarrollado una tremenda capacidad para sostener un concepto mental que está comparativamente libre de imperfección, éste puede inyectarse en la conciencia del paciente y ser aceptado por un esfuerzo de la voluntad humana. Pero en estos casos cuando el individuo que presta el servicio de sanación es extraído de la Tierra mediante la muerte la condición recurrirá al paciente ya sea en esa encarnación o en una posterior.
A lo largo de las eras se registran en el cuerpo etérico muchos efectos establecidos por causas de imperfección en pensamiento y sentimiento y estos efectos se manifiestan más adelante sobre la pantalla de la vida como enfermedades de mente y cuerpo. Mediante un esfuerzo de voluntad humana pueden ser presionadas de nuevo al cuerpo etérico pero no transmutadas a Luz en los Niveles Internos con lo cual no hay una purificación sostenida ni permanente de la corriente de vida,
Los sanadores que prestan un servicio de naturaleza permanente como Jesús, utilizan sus mundos emocionales como conductores a través de los cuales fluye la Llama de la Misericordia y Compasión.
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