jueves, 10 de febrero de 2011

LA PROTECCIÓN, UN BIEN PARA EL ESTUDIANTE ESPIRITUAL


ATRAEMOS HACIA NOSOTROS DE ACUERDO A LO QUE PENSAMOS Y SENTIMOS 

Cada pensamiento, cada sentimiento, tiene la propiedad de atraer del espacio los elementos materiales que le corresponden. Los deseos luminosos, desinteresados, “ligeros” pero sostenidos por una voluntad firme, atraerán partículas de una materia pura, incorruptible. Esta es una de las Verdades que todo estudiante espiritual aprende en el sendero. El estudiante, al iniciarse en los conocimientos esotéricos y poner en práctica sincera lo que aprende, trabaja cada día para mantener una buena calidad de vida psíquica, haciendo que se instalen en su organismo todo tipo de materia divina, expulsando aquellas viejas, polvorientas y mortecinas. Con perseverancia, éste, conseguirá renovar los cuerpos físico, astral y mental .Así contemplando el mundo divino bajo todas sus formas: belleza, armonía, luz, etc., recogemos partículas nuevas y puesto que ellas al fin y al cabo son Vida en sí mismas, con ellas llegan también las fuerzas y Entidades que le corresponden. Sabemos que somos Divinidad y el cuerpo físico sólo tiene la misión de manifestarla en el plano denso, que constituye nuestro mundo, pero también sabemos que contemplamos este mundo según nuestro estado de pensamientos y sentimientos. 

EQUILIBRIO:EL FILO DE LA NAVAJA 

Desde el momento de nuestra concepción, la materia de nuestros cuerpos físicos, astral y mental será modelada, formada exactamente de acuerdo a las cualidades y virtudes que hayamos desenvuelto encada encarnación y así hasta cumplir “nuestro objetivo” .El estudiante espiritual sincero, sabe que separarse del mundo de las apariencias es vivir constantemente al“ filo de la navaja”. Sabe que su mesa de trabajo es el mundo físico. Pero precisamente este “mundo de Matrix” es el que le ofrece confusión, el que le oculta la Verdad, el que le hace no diferenciar qué parte de éste es Divino o es simplemente creación humana. Mantener un equilibrio es crucial, debe permanecer constantemente atento, ser prudente y mesurado en todas sus actividades, de lo contrario, aún cuando la verdad en persona venga a presentarse en él, no lo verá, ya que no lo comprenderá. 

EL PODER DE LA ATENCIÓN Y LA REFLEXIÓN 

Para ser capaces de hacer frente razonablemente, inteligentemente, a todas las situaciones que se presenten en nuestros asuntos, debemos mantener el pensamiento despierto y vigilante. No podemos permanecer con los ojos cerrados, el estudiante que así lo haga, estará expuesto al peligro de adormecerse y al final verse sorprendido. Debemos ser capaces de distinguir en cualquier momento del día, cuales son los deseos, los pensamientos, los sentimientos que pasan por nuestra mente e intentar conocer su origen, su naturaleza y ser capaces de tomar precauciones para protegernos. Desde fuera, a la vista y parecer del mundo de la ilusión, esto podría interpretarse como: protección = temor, pero no es así. El estudiante sabe que puede vulnerable a las viejas concepciones, mientras que está desarrollando alas para volar. Internamente es tan fuerte como el más duro de los aceros, pero tiene que comprenderlo primero, macerarlo después y creerlo y hasta que eso llegue a través del tiempo, debemos proteger lo pequeño que vayamos consiguiendo cada día. Estar despierto a todas las respuestas de la Vida, significa protección, así como también lo es la moderación y la atención, todo ello desde los planos astral y mental. Pero el estudiante sabe que debe protegerse también de lugares y ambientes físicos que le puedan llevar a conectarse con hábitos mentales del pasado y por tanto ser preso de la duda. Debemos poner cuidado con nuestras actividades y preocupaciones con las cuales nos enfrentamos día a día, muchas de ellas van cargadas de temores solapados a las paredes de la invisibilidad pero no por ello dejan de existir, formando agujeros o sumideros por donde escapa la energía y así nuestra vida puede tomar una orientación que nos aleje cada vez más de nuestro ideal. Por eso se hace indispensable un constante análisis de la dirección que estamos tomando, de las actividades que estamos eligiendo y seleccionar cada vez mejor para no conservar más que lo esencial. Una valoración constante y regular de cuál es nuestro estado de conciencia, sería ideal para ver en qué avanzamos y en qué retrocedemos y por tanto una protección en sí misma. 

Orlando Galván

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