No debemos buscar la felicidad puesto que no la encontraremos. La búsqueda es la antítesis de la felicidad. La felicidad opaca nuestro estado natural de bienestar y paz interior, fuentes reales de la verdadera felicidad.
La felicidad, en muchos casos, es un papel que representamos, mientras que detrás de una fachada feliz hay una gran cantidad de sufrimiento.
La depresión, las crisis y las reacciones exageradas son comunes cuando la infelicidad se oculta detrás de un rostro sonriente, cuando nos obstinamos en no reconocer esa enorme infelicidad.
Si nos sentimos infelices:
1) Reconocer esa infelicidad que llevamos dentro. La infelicidad no tiene nada que ver con nuestra esencia, así, al reconocer la infelicidad no debemos decir "soy infeliz" sino "hay infelicidad en mí".
2) Proceder a investigarla. Nunca es la situación la causa de la infelicidad sino lo que pensamos de ella. Debemos, pues, tomar conciencia de nuestros pensamientos y separarlos de la situación. Por un lado está:
a) la situación
b) lo que pensamos de ella
Adquirimos poder cuando enfrentamos los hechos. Las emociones que sentimos se derivan de las cosas que pensamos.
Tomado del Libro "Una Nueva Tierra" de Eckart Tolle
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