La persona promedio vive vida tras vida sin siquiera una vez amar o darle gracias a su Presencia YO SOY por la energía que fluye incesantemente a través de su mente y cuerpo; por la sustancia que utiliza en su cuerpo y mundo; por los cientos de cosas buenas que constantemente le rodean, las cuales utiliza y de las cuales disfruta sin dar nada de sí en retorno.
Mucha gente carga con un sentimiento de rencor personal contra la vida, culpándola por sus sufrimientos y fracasos, cuando una pequeñísima cantidad de gratitud y amor enviada a la “Presencia YO SOY” dentro de cada corazón humano transmutaría toda discordia en Paz y Amor, descargando la Perfección de la Vida dentro de la actividad externa del individuo.
Tomado del libro “La Mágica Presencia”
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