Cuando la conciencia de pensamiento y sentimiento del hombre creó un ego externo aparte del Cuerpo Mental Superior, nació el alma como una entidad separada. Esta alma es la conciencia acumulada que resulta de la experiencia de vida -tanto durante el tiempo de encarnación como entre encarnaciones. Mientras está encarnada, el alma habita en los vestidos físicos, y en los Niveles Internos usualmente opera en el cuerpo etérico. Dentro del alma habita la Llama Inmortal de Vida, y algún día el alma y esta llama una vez más se unirán; y la conciencia transmutada del alma no será ya más un "ser separado y apartado del Ser Crístico".
La Presencia de Dios, a través de la Llama del corazón, está siempre tratando de atraer y juntar al alma y la personalidad, y elevar ambas a la manifestación más alta posible en cada vida terrena.
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