Los Maestros nos dicen continuamente que cuidemos nuestras palabras, que seamos cudiadosos con lo que sale de nuestros labios.Y es que no nos damos cuenta pero la palabra es uno de los canales a través de los cuales perdemos o más bien desperdiciamos una cantidad enorme de la Energía que Dios, con su gran Amor nos suministra a cada instante. El MaháChohán nos dice que las palabras son aliento condensado y ¿nos hemos parado a pensar cuán poco sobrevive el ser humano cuando le falta el aliento?. Eso por un lado, es decir, el desperdicio. Y por otra parte está el tema de en qué empleamos nuestra palabra ¿es para alguna acción constructiva? Fijémonos que en la mayoría de los casos, o al menos es algo bien común en la mayoría de ambientes (hogar, trabajo, politica...) se utiliza para criticar, para chismorrear... ¿y entonces? Pues estamos utilizando uno de los instrumentos que tenemos para crear y la energía que nos viene de nuestra Presencia YO SOY para cosas que no son para nada aconsejables, que van en contra de lo que es la Ley Divina y ya sabemos lo que ocurre, a todos los niveles, cuando actuamos en contra de la Ley, ¿verdad?, uauhhh! aquí hay un gran trabajo por hacer ¿no creéis?Pero ya sabenos que con Paciencia, Perseverancia y Osadía Todo es posible.
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