viernes, 5 de noviembre de 2010

ESPÍRITU DE RESURRECCIÓN

Algunas personas llaman "Presencia de Dios" a la Inmortal Llama de Dios dentro del corazón; otros se refieren a ella como el Espíritu Santo. Prescindiendo del nombre que escojan darle, mucho importa la cantidad de libertad que le demos a esta Presencia para actuar a través de la personalidad externa. Todos en Nuestra octava hemos utilizado ciertos aspectos de esta Llama y hemos logrado libertad, liberación e inmortalidad por ello. Cada uno de tales individuos contribuye al Poder Cósmico de la Llama impersonal -sea que se trate de sanación, iluminación, resurrección, precipitación, fe o paz.

La totalidad de esta herencia se convierte en propiedad común de todos aquéllos que sigan sobre el sendero, siempre y cuando acepten su realidad y escojan utilizarla. De esta manera, ustedes tienen el privilegio de utilizar las energías vitales de quienes se han convertido en lo que ustedes desean ser -si pueden ser humildes, amables y deseosos de "cosechar lo que otros han sembrado. Muchos, asediados por el pecado del orgullo espiritual, prefieren sembrar por cuenta propia y cosechar la magra cosecha sin la asistencia y cooperación amorosa de los Hermanos y Hermanas Mayores de la raza. Debido al libre albedrío, a todos se les da la oportunidad de caminar solos o en compañía de los Elegidos.

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