Muchas veces han escuchado la afirmación: "Párense en la Luz y atraigan a sí lo propio." Dicho de otra manera, ustedes tienen que reclamar su Perfección y seguir haciéndolo antes de que Ésta pueda manifestarse en la plenitud de su expresión externa. Es por eso que venimos a ayudarlos. Puede que sea mucho lo que hayamos dicho, pero las palabras resultan inadecuadas cuando es el sentimiento lo que cuenta en ustedes -porque su sentimiento es la causa de todo en su cuerpo, en su mente y en su mundo.
Toda causa, amados Míos, está en su mundo emocional, lo cual comprende también todo lo que rodea el cuerpo físico suyo. Ustedes no lo ven, ¿cierto? Y sin embargo, aquí alrededor de ustedes hasta donde se extienden las manos en la persona promedio, está la causa de la discordia, de todo lo que existe en su mundo actualmente; y todo lo que se ha acumulado a lo largo de sus múltiples encarnaciones. Allí está la causa. No está acá encima de ustedes, porque sus creaciones humanas no pueden manifestarse en el cuerpo hasta primero ser activadas en su mundo emocional -el cual de por sí es la única causa de todo lo que existe en cuanto a su mundo individual concierne. ¡Ojalá comprendieran a cabalidad y creyeran esto, amados Míos!
¿Para qué seguir adelante, comprendiendo que su mundo emocional es la causa de todo, y entonces permitirse sentirse discordante o infeliz? Si sus sentimientos no se mantienen armoniosos, ¿cómo pueden ustedes tener Perfección? Oh, para nada importa lo que parezca ser la causa externa de la perturbación; si ustedes permiten que la perturbación esté en su mundo, su cuerpo la reflejará... ¡su mundo la reflejará! No es cuestión de personas, sitios ni condiciones, Mis amados. Ustedes saben muy bien que dos personas pueden pararse una al lado de la otra, y mientras que una se torna furiosamente iracunda por algo que se ha dicho o hecho, la otra permanece perfectamente feliz. Es cuestión de reacción a las condiciones. Ustedes culpan a personas, sitios y condiciones por sus problemas cuando todo el poder de control está en su mundo emocional para aceptarlo o rechazarlo.
El momentum es cosa tremenda, Mis amados. De haber tenido un momentum (o aceptación) de discordia, crítica o condenación, entonces tendrán que despejarlo porque es precisamente eso lo que ha tratado de mantener su dominio sobre ustedes.
Toda causa, amados Míos, está en su mundo emocional, lo cual comprende también todo lo que rodea el cuerpo físico suyo. Ustedes no lo ven, ¿cierto? Y sin embargo, aquí alrededor de ustedes hasta donde se extienden las manos en la persona promedio, está la causa de la discordia, de todo lo que existe en su mundo actualmente; y todo lo que se ha acumulado a lo largo de sus múltiples encarnaciones. Allí está la causa. No está acá encima de ustedes, porque sus creaciones humanas no pueden manifestarse en el cuerpo hasta primero ser activadas en su mundo emocional -el cual de por sí es la única causa de todo lo que existe en cuanto a su mundo individual concierne. ¡Ojalá comprendieran a cabalidad y creyeran esto, amados Míos!
¿Para qué seguir adelante, comprendiendo que su mundo emocional es la causa de todo, y entonces permitirse sentirse discordante o infeliz? Si sus sentimientos no se mantienen armoniosos, ¿cómo pueden ustedes tener Perfección? Oh, para nada importa lo que parezca ser la causa externa de la perturbación; si ustedes permiten que la perturbación esté en su mundo, su cuerpo la reflejará... ¡su mundo la reflejará! No es cuestión de personas, sitios ni condiciones, Mis amados. Ustedes saben muy bien que dos personas pueden pararse una al lado de la otra, y mientras que una se torna furiosamente iracunda por algo que se ha dicho o hecho, la otra permanece perfectamente feliz. Es cuestión de reacción a las condiciones. Ustedes culpan a personas, sitios y condiciones por sus problemas cuando todo el poder de control está en su mundo emocional para aceptarlo o rechazarlo.
El momentum es cosa tremenda, Mis amados. De haber tenido un momentum (o aceptación) de discordia, crítica o condenación, entonces tendrán que despejarlo porque es precisamente eso lo que ha tratado de mantener su dominio sobre ustedes.
Arcángel Miguel
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