lunes, 10 de septiembre de 2012

CIELO E INFIERNO PERSONALES

El Amado Maestro Ascendido Saint Germain nos habla en "La Mágica Presencia" acerca de los conceptos de Cielo e Infierno que tan degradados están entre la opinión humana. Y es que la humanidad en general cree que el Cielo es un lugar de indescriptible belleza que se encuentra allá arriba y está reservado para aquéllos que se "portan" bien y el Infierno es un lugar aterrador donde se consumen en la eternidad aquéllos que se "portan" mal. Pues bien, parece ser, que el Cielo y el Infierno no son más que estados de conciencia y no lugares en el espacio y esto queda muy bien plasmado en la película "Más allá de los sueños". Es más, Saint Germain nos dice que podemos habitar en el Cielo mientras estamos en la Tierra y que lo único que hay que hacer es vivir de acuerdo a la Ley Cósmica y no en contra de ella y precisamente el Infierno que tantos viven es consecuencia de estar actuando siempre en contra de la Ley. Y nosotras, como estudiantes de la Luz, ya sabemos que para ir de acuerdo con la Ley Cósmica debemos:
- cultivar la armonía en todo momento
- ser presencias confortadoras para con los demás independientemente de las circunstancias y las apariencias de imperfección que puedan estar ofreciendo
- cultivar todas las cualidades Divinas: Amor, Paz, Voluntad Divina, Tolerancia, Paciencia,..... y dejar de lado las cualdiades discordantes: ira, odio, miedo, envidia,.....
- cultivar el sentimiento de gratitud hacia todo y hacia todos, aún de los objetos comunes que utilizamos
- cuidar nuestro verbo, es decir, nuestras palabras
y en fin, todo aquéllo que constantemente repetimos.
Así, que si queremos vivir en el Cielo en vez de en el Infierno , bueno sería seguir las recomendaciones de los Maestros que constantemente nos exhortan a hacer uso de nuestros regalos Divinos que esperan deseosos de poder manifestarse y eso sólo depende de nosotros, de que nos preparemos a ser el vehículo a través del cual todos esos regalos puedan canalizarse y venir a la manifestación. Pero parece que la humamidad, paradójiacamente, pone su atención en aquéllo que por otra parte le resulta incómodo, desagradable, y le provoca toda clase de sufrimiento.
Qué bueno, que aunque sean todavía relativamente pocos, ya haya quien este despertando a esta nueva realidad que es la que nos ofrecen nuestros hermanos mayores, los Maestros Ascendidos y otros Seres de Luz.

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