1-8-92
Cuando el alma se serena,
Se oye la voz del silencio,
Se oyen murmullos al viento,
De paz y melancolía,
De alegrías y tormentos.
Si aprendierais a escuchar
Estos murmullos del viento,
Encontraríais la paz
Que lleváis en vuestro interno.
Si escucharais con amor,
Lo que sale de este centro,
Centro de Paz y Amor,
Que es vuestro sagrado templo,
El templo del corazón.
No torturéis este centro,
Con tanto resentimiento.
Sed como niños pequeños y
Jugad al dulce juego
De la vida y sin lamentos.
Fijaos en estos niños del mundo,
Ellos no entienden de odios,
Ellos no entienden de guerras,
Pero les toca pasar
Por esta amarga experiencia,
Para poder transformar,
El odio en Amor y Paz.
Y así poder encontrar
En estos murmullos del viento
La Paz que lleváis dentro.
El alma y el corazón
Son una misma expresión
De este Sagrado Amor
Que nos brinda el Creador:
El templo del corazón.
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