domingo, 18 de septiembre de 2011

REGENERANDO LA LUZ: PRÓLOGO

Nací en Parets (Barcelona) el año 1949, en el seno de una familia muy humilde. De los catorce hermanos, sólo cinco sobrevivimos a nuestra difícil infancia. Los primeros años de mi vida y la adolescencia, transcurrieron entre peleas, golpes, y malos tratos físicos y psicológicos. A los tres meses de vida, debido a la falta de alimentación y cuidados, enfermé de poliomielitis, quedando paralizada mi pierna y brazo derecho durante tres años. Los médicos le decían a mi madre que pidiera a Dios que me muriera, porque a los cuarenta años sería como un vegetal. Pero a veces la fe hace mover montañas en el espíritu del ser humano, aunque sea un espíritu incorporado en un cuerpo como el mío, en un estado de "inutilidad total" según le decían a mi madre los doctores.
Sucedió en aquel entonces, en el pueblo de Parets, que un muchacho de casa de payés muy acomodada, tuvo un accidente mortal cuando iba en su bicicleta. Ya amortajado, una buena señora se le acercó, y puso entre sus manos el rosario de la Virgen de Fátima. Juan volvió a la vida, y actualmente aún goza de ella.
Juan y sus padres hicieron traer al pueblo desde Portugal, la imagen de la Virgen. Aunque yo no recuerdo los hechos, sí que a través de mi suegro, una persona muy allegada a mí, he conocido lo que aconteció. Se adornaron todas las calles del pueblo con flores y luces para festejar la vuelta a la vida de Juan. Creyentes y no creyentes participaron y se esmeraron en adornar todas las calles del pueblo, por donde se pasearía la imagen de la Virgen. También nosotros estábamos en nuestra calle. Mi madre amamantaba a mis hermanos gemelos más pequeños que yo, al mismo tiempo que a mí. Cuando pasó la imagen por delante de mí, y estando apoyada entre almohadas para que no me cayera, cogí una flor con mi mano paralizada hasta entonces, y con el pie inútil empecé a andar.


Tengo una fotografía que atestigua este cambio asombroso de mis capacidades físicas, ocurrido aquel día de 1952 en el pueblo de Parets.
Aun así, siempre he sido y sigo siendo, una persona muy sensible y a veces incluso "enfermiza", sobre todo de enfermedades derivadas del sistema nervioso, principalmente crisis depresivas.
A los trece años, con unos muy elementales conocimientos, dejo de estudiar y empiezo a trabajar en una fábrica de tejidos. Más tarde trabajaría en otras empresas industriales y en limpieza doméstica. Luego me casaría, tendría un hijo y continuaría trabajando.
También he sufrido varios accidentes, pero siempre he salido ilesa o con simples magulladuras. Incluso una vez que iba en moto con mi marido, noté como si una mano me agarrara de la blusa y amortiguara la caída evitando daños mayores.
Justo antes de llegar a los treinta años, caigo en una serie de sucesivas depresiones obsesivas. A partir de aquí, me viene todo un calvario de visitas médicas. Dos buenas amigas, Pepi y Nuri, me animan a buscar una solución en el campo de la sanación alternativa y la espiritualidad. Y es en el mundo esotérico donde empiezo a descubrir que hay detrás de mis depresiones. Me hablan de facultades extrasensoriales, limpieza mental, etc... Pero quizás lo que revela mejor esta etapa, son las palabras de un ser que se identifica como el Arcángel Rafael a través de una médium, y me comunica; "dentro de cinco años no me reconocerás". Sí, efectivamente, tenía razón. Después de atravesar estas depresiones, tener una niña tras pasar una difícil gestación, y dejar atrás veinticinco años de trabajo como obrera; mi vida fue cambiando progresiva y sorprendentemente.
Con la ayuda del Cielo, mi marido, la entrañable Pepi, y a mi propia fuerza interior, pude llegar a prodigar los milagros de los cuales hablaba el maestro del Amor, Jesús.


En 1987 empiezo a sentir un fuerte impulso de escribir lo que me venía a la cabeza en momentos inesperados del día. Era el inicio de una escritura telepática, que más tarde me llevaría a formular preguntas personales y otras de carácter más general, a estas entidades que se comunicaban conmigo. Aquí nació la canalización que me ayudó a despertar.
Yo no sé si este resumen de mi vida; en la cual sigo aún en evolución, a veces con alegría y otras veces con sufrimiento, pero con la mirada puesta al frente, y con una gran voluntad de superar con Amor, la vida turbulenta que me he propuesto dejar atrás, libre, sanada y perdonándome todo el daño que yo misma había elegido para evolucionar, y lograr vivir en la Luz y con la Energía Cósmica, servirá a los lectores.
Quiero decir al mundo con voz alta, que es mi deseo en lo más profundo de mi ser, perdonarme y perdonar a mi padre, que no pudo, a mi madre, que no supo, a la falta de Amor hacia mí y hacia ellos mismos, y a mi ceguera y falta de comprensión por pensar y creer que yo no soy lo que resulto; sino que el YO SOY vive y crece en mí. A todos ellos, muchas gracias.

                    YO SOY LUZ EN ARMONÍA.
                    YO SOY VIDA QUE RESPIRA.
                    YO SOY FRAGANCIA EXQUISITA
                    DE ESTA VIDA INFINITA.
                   
                    CON AMOR.....EMILIA







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