miércoles, 29 de agosto de 2012

SENCILLEZ

Me encanta como nos hablan los Maestros, son tan amorosos . Y aunque explícitos y claros en su manera de decir las cosas siempre te quedas con una sensación de confort después de leer sus palabras. Y esto me ha ocurrido después de leer el Amantes de la Enseñanza de ayer, me he sentido tan identificada con lo que dice el Amado Maháchohán, y es que últimamente este sentimiento de ingratitud, de incomprensión, de celos, hasta de rabia diría yo por parte de personas cercanas y que no acaban de aceptar el que yo esté en la Enseñanza, se repite, y aunque se que esto es un entrenamiento para medir mi grado de tolerancia, de paciencia, de amor impersonal... y en definitva de todas esas cualidades en las que debemos convertirnos en maestros, hay momentos, aunque también es cierto que cada vez son más efímeros, en los que te sientes un poquito desconfortada. Así, que estas palabras llegan como un agente confortador y te dan el impulso necesario para seguir adelante con la convicción de que como en todo entrenamiento, el sentimiento de incomodidad es pasajero y con perseverancia, al final te espera el triunfo.

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